El valor de la moneda
El origen del Museo de la Moneda de Madrid se sitúa en el siglo XVIII y está vinculado a la figura de Tomás Francisco Prieto, que fue Grabador General de las Casas de las monedas del Rey Carlos III, director de grabado en hueco de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y fundador de la Escuela de Grabado en la que se formaban artistas que posteriormente le relevarían.
Desde un primer momento no apareció la moneda, pero si el trueque. Un presistema de la economía en la que se intercambiaban objetos como alimentos u otros bienes materiales a cambio de lo que querían, dotándoles de un valor subjetivo e individual.
El origen de la moneda se debe a los griegos, como otras tantas cosas. Fue un proceso lento en el que se comenzó usando los metales en bruto y posteriormente acuñados con ayuda del martillo. En ellas predominaban las figuras naturales como las plantas o los animales, así como sus dioses y diosas del Olimpo. Estas recibieron el nombre de Dracma que estaba basada en la plata que se componía.
Durante el Imperio Romano, se retrataba en las monedas personas que ostentaban el poder o simbolizaban el Estado. En los reversos de las monedas conmemoran hechos históricos. Se comenzó la fabricación de las monedas de bronce, conocidas como Ases y también las monedas de plata, denarios.
Con la llegada de Roma en la península, así como su expansión por todo el terreno del occidente, los pueblos y comunidades indígenas comenzaron el proceso conocido como romanización: adaptación de las leyes y costumbres del pueblo romano.
En el año 711, llegaron a la península los musulmanes, los cuales se habían dotado de una moneda propia que lo más curioso de esta, es que carecía de dibujos. La moneda de oro, dinar, la de plata, dirham y la de cobre felús.
Los pueblos resistentes a la invasión islámica, en el norte de la península, el mismo año de la invasión comenzaron el periodo conocido como La Reconquista. Con ellos, regresa la moneda con el retrato de los gobernantes, pero también podemos ver cruces, monogramas o composiciones heráldicas.
En la Edad Moderna cada uno de los territorios comienza a gestionar su propia moneda. En España comenzaron a llamarse escudos y las grandes piezas de los 8 reales, mientras que en Italia se llamaron ducatones y piastras, thalers en Alemania y dólares en América.
Durante el reinado de Carlos III, periodo de la Ilustración, se fundó el Banco de San Carlos para responder de una emisión de deuda pública conocida como vales reales que es considerado como un antecedente del billete, Comenzando a emitir verdaderos billetes que eran canjeables por monedas y sin intereses.
A partir del siglo XIX comienza la reconocida peseta, monedas acuñadas por Laureano Figuerola en Calaf, Barcelona. En 1868 nace la peseta como unidad monetaria por decreto del Gobierno Provisional tras el derrocamiento de Isabel II. También se comenzó la construcción de la Casa de la Moneda de Madrid, donde también se albergó la fábrica del timbre que se fusionaron en el 1893 dando origen a la Fábrica nacional de Moneda y Timbre.
Con el siglo XX llegó la electricidad, pero el siglo estuvo invadido por un gran sentimiento de incertidumbre y constantes enfrentamientos bélicos. En España, con la Guerra Civil, tras la victoria del General Franco, se convertiría en el rostro protagonista de las monedas desde el 1847 hasta 1966.
Con la muerte del dictador, se volvió a la monarquía de los borbones, con el reinado de Juan Carlos I. Durante este período se emitieron monedas conmemorativas como la ocasión del campeonato del Mundo de Fútbol, los juegos olímpicos de 92.
Con la introducción de España en la Unión Europea, adoptaron todos los países una moneda en común, el Euro. El 1 de enero de 2002 comenzó su circulación hasta el día de hoy. Actualmente, estamos sufriendo un periodo de transición llamado "dinero de plástico" o incluso podemos hablar de "dinero virtual". Las tarjetas de crédito, el bizum o la cripto moneda son conceptos que están a la orden del día de hoy que es el futuro.
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